LA PARÁBOLA DEL BUEN BANDIDO

Tomada de la Web.

Es tarde en la noche. Sandra camina por las estrechas calles de un barrio en el noroccidente de Medellín. La luz tenue de las lámparas del alumbrado público parpadean, un silencio profundo se ve interrumpido por el ladrido de un perro sobre un tejado. La mujer continúa su camino, sube una empinada loma, todavía la separan de su casa docenas de escaleras y un par de callejones.

De pronto, un ruido de pasos. Sandra voltea asustada, y alguien la saluda: “Está muy tarde para andar por acá caminando y sola…”. Desde las sombras de la esquina de una casa, tres hombres jóvenes emergen con semblantes serios, vistiendo chaquetas holgadas que los protegen del frío y ocultan sus armas. El joven vuelve a hablar: “Venga la acompañamos, a esta hora la calle es peligrosa…”. Y Sandra sonríe, con timidez, mientras los tres hombres la escoltan a su casa. LA PARÁBOLA DEL BUEN BANDIDO – El Colombiano.

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